viernes, 25 de diciembre de 2009
FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2010
No creo ni confío en absoluto en una Iglesia anquilosada, con un clero encabezado por un anciano achacoso que no tiene los pies en la Tierra, que viaja a África (el continente más castigado por lacras como el SIDA o la superpoblación) para recomendar la abstinencia sexual y condenar el uso de métodos anticonceptivos, que se preocupa más por las bodas entre homosexuales que por la verdadera Justicia Social, una Iglesia politizada hasta límites nauseabundos, vomitivos, una Iglesia que nada tiene que ver con mis creencias y a la que repudio sin ninguna vergüenza...
Pero sí me aferro a la idea de que hace muchos, muchos siglos nació un hombre bueno, que decía cosas buenas. Ni siquiera estoy seguro de que fuese el Hijo de Dios, como nos han machacado tantas veces, porque tampoco tengo la certeza de que exista realmente tal Dios. Pero sé que merece la pena el mensaje que nos dió, o, al menos, el modo en que se comportó. Un hombre que te pide que ames, que ames por encima de todo y a todos, no puede ser una mala tabla a la que asirse cuando caes en brazos de la desesperación y la amargura...
Por eso, por ese tipo, ese tal Jesús de Nazareth que me cae bien, porque al fin y al cabo nunca le hizo daño a nadie y vino con toda la buena voluntad del mundo a darnos un poco de esperanza en un mundo tan desesperanzado como es el nuestro, os deseo una Feliz Navidad recordándoos que aún hay cosas por las que merece la pena luchar: la búsqueda de la felicidad, la familia, los amigos, el amor y el sentirse bien con los demás y con uno mismo. Sin necesidad de belenes, árboles de Navidad, Reyes Magos ni ritos impuestos. Sólo porque merece la pena...
Feliz Navidad a todos.
Y, en otro orden de cosas, aprovecho el blog para recordaros lo siguiente:
Para celebrar ese nacimiento como se merece, el próximo lunes, 28 de diciembre, en la parroquia de San Agustín de Zaragoza (Avenida de Cesáreo Alierta, 78), a las siete y media de la tarde el grupo coral "Las Cigüeñas" ofrecerá un recital de villancicos con la participación del insigne tenor solista don Enrique Villuendas, también conocido como "Maese Enrique de Çaragoça", "Enrique Aznar Pardo", "Herodoto" o "ese chico gordico tan simpático que tiene un blog muy majo".
Os espero a todos, cachorrillos...
Un abrazo.
domingo, 20 de diciembre de 2009
FIESTA EN ZUFARIA
martes, 8 de diciembre de 2009
Elogio del profesor
Supongo que para quien no conoce los interiores de la labor docente, un profesor de educación secundaria es una persona que trabaja cinco horitas diarias, tiene tres meses de vacaciones en verano, diez días en Semana Santa y otros quince por Navidad, a cambio de dar unas cuantas clases, corregir unos cuantos exámenes y trabajos y firmar las actas de evaluación una vez cada tres meses. Lo bueno es que, visto así, tienen razón. ¡Qué vidorra! ¡Y encima, sin soportar a un jefe que les amargue la vida, cogiéndose una baja por depresión cuando les da la gana y cobrando un pastón por el trabajo! Casi nada lo del ojo. ¡Yo también quiero!...
Sin embargo, a lo mejor habría que aclarar unas cuantas cosas. La primera de todas, por ejemplo, podrían ser para empezar los cinco años de carrera, los otros tantos de oposiciones, la inestabilidad de las interinidades y la coña de los desplazamientos cuando tu puesto de trabajo se encuentra a cincuenta, cien o más kilómetros de tu residencia habitual..
No son todos, naturalmente. Pero sí son bastantes. Afortunadamente hay chavales con los que merece la pena trabajar, chavales a los que consigues que te atiendan en clase porque realmente ves que les interesa lo que les estás contando, lo que están aprendiendo y cómo se lo transmites. Chicos y chicas que apuntan maneras, que ves cómo evolucionan ante tus ojos (esa es la maravilla del ser humano, nadie como los profesores podemos apreciarlo así).
Pero también ves alumnos, demasiados, que están en el fondo de un pozo, o cayendo en él. Que no te dejan ejercer tu tarea, y muchas veces tampoco a sus compañeros. Y esos son los que realmente interesan: enseñar a quien quiere aprender es fácil, el reto se encuentra en el chaval que te jode la clase, el que ha decidido que su futuro se encuentra en dejar pasar la vida como venga, tanto si es partiéndose los lomos en una zanja o acarreando ladrillos en una obra (trabajos dignísimos pero duros de cojones) o acabando delante de un juez de menores o, en el peor de los casos, en la celda de una prisión o en un hospital o el nicho de un cementerio con una sobredosis de algo (pastillas, coca, heroína, navajazo o lo que sea). Estremece pensar que todos tus esfuerzos no han servido de nada y produce una insondable tristeza comprobarlo...
Y, sin embargo, a pesar de todo eso, les quieres y sientes una inmensa lástima por ellos. Les quieres porque a veces no tienen a nadie más que lo haga, y les tienes que aguantar demasiadas cosas con infinita paciencia por compasión, por miedo, incluso, a sus reacciones y porque no pierdes la esperanza de recuperar al menos un poquito de la buena persona que aún pueden llevar dentro. Y son unos hijos de mala madre y de peor padre, y no cuentas con el apoyo de sus familias (muchas veces desestructuradas), y tienes ganas de meterles dos hostias bien dadas (las que no recibieron cuando deberían), pero tienes que callar, y aguantarte hasta límites insospechados. Hasta que, naturalmente, la cuerda se rompe de tanto tensarla y viene la depresión, la dejadez y el abandono... La nuestra es una profesión vocacional que requiere, lo primero de todo, amor hacia lo que haces, hacia cómo lo haces y, sobre todo, hacia quienes son los destinatarios de tu trabajo, que son los alumnos. Y hay que valer para ejercerla. No todo el mundo está capacitado ni tiene la valentía suficiente para hacer frente cada día a los sinsabores que te esperan detrás de la puerta de un aula. Por muchas alegrías que también puedas tener y que, en el cómputo general al término de tu tarea cotidiana, son mucho más magras que las desilusiones. Pero aún así, hay gente que tiene el cuajo de decir que todo eso son gajes del oficio y que todo entra en el sueldo que alegremente cobramos a fin de mes...
A todos esos tal vez habría que recordarles que nuestro trabajo es el de docentes. No el de policías, ni el de psicólogos, ni el de padres adoptivos de unos hijos que nos vienen adjudicados a dedo y con cuyos padres naturales, a veces, te toca luchar también (a brazo partido, creedme) porque no admiten autoridad alguna sobre sus hijos por encima de la que ellos no saben, no pueden o no quieren ejercer. Yo he oído a uno de ellos soltar alegremente en una reunión que "los profesores tenemos que ganarnos el respeto de los alumnos". Así, como suena. No "enseñar", no. Lo primero, "ganarnos el respeto". La autoridad no se transmite en casa, en la educación diaria, en la labor familiar... No es labor de los padres. Hay que ganársela en el aula. Con dos cojones.
Ahora, hacedlo extensivo a todos los profesores de todos los centros que, dicho sea de paso, muchas veces aún lo pasan peor que nosotros...
Y contadme después lo bien que vivimos los profesores, que no nos ganamos el sueldazo que cobramos (y que, os aseguro, no es para tanto, sobre todo cuando te aplican un 40% de IRPF en la nómina y te cagas en la madre que parió a los ajustes).
jueves, 3 de diciembre de 2009
Carta de un imbécil
Yo ya hacía tiempo que me encontraba mal. No era nada especialmente doloroso, pero sí persistente y molesto. Dolores de cabeza... Malos despertares... Pesadez en las piernas... Y, naturalmente, ese agujero del cinturón cada vez más abierto, esa ropa que antes me podía poner y ahora no...
Y como un perfecto imbécil, lo echaba todo al trastero fingiendo que estaba como una rosa. Y sin tomarme las pastillas porque... p'a qué, si me encontraba razonablemente bien... Ya se me pasará...
Pero no se pasaba. Al principio me dolía la cabeza uno o dos días cada mes... Luego fue cada quince días... Y últimamente, no había semana que no me doliese al menos tres o cuatro días seguidos...
Y la familia avisando. Y el pesado de mi padre metiéndose conmigo. Y mi hermana, y mi tía, y mis amigos... Y yo, como un imbécil, pasando de todo y poniéndome morado, comiendo lo que me daba la gana, sin orden ni concierto, sin dieta ni Dios que te lo crió...
Hasta que fui a la revisión médica, más que nada por no escucharlos más... Y también ¿por qué no decirlo?... porque tenía ya algo de miedo. A los 43 años conozco gente que le ha dado ya un jamacuco. Y me queda mucho por hacer...
Así que fui al médico. Y salí blanco. 147 kilos. 20-13 de tensión. Triglicéridos, colesterol, diabetes... de todo. El buen caballero no me dejó salir de la MAZ sin tomarme una pastilla para que me bajase la tensión. Y me suplicó que fuese al médico de cabecera ipso facto, esa misma tarde, porque estaba al borde de... algo. Un infarto, un ictus, un derrame cerebral...
Jodo
Te planteas las cosas de otra manera. Fui al de cabecera y me puso firmes. La doctora Ana Hernández. Que, dicho sea de paso, es una señora estupenda. Pero eso es lo de menos. Viendo a mis sobrinos, a mis amigos en esos eventos de Fidelis Regi, a mis compañeros de trabajo, a mis alumnos... me dije que todo eso era muy importante, demasiado importante y maravilloso para echarlo todo por la borda por ser un perfecto imbécil.
Así que reflexioné. La Muerte no entra dentro de mis planes, al menos a corto plazo, y cuando te dicen que de seguir así a los 45 no vas a llegar... pues te cagas por la pata abajo.
Así, pues, a todos los que tratábais de impedir que siguiera siendo un imbécil... A mi padre... A mi madre. A mis tíos. A mis hermanas Susana y Elena... A mis sobrinos Miguel Ángel, Rafael, Leonardo y Raquelita (que algún día me los voy a comer vivos de lo ricos que son). A José Luis y a Juan, mis cuñados. A Rafa, a Jesús, a Luis, a Carlos, A mi admirado Ximeno Cornel, a Rocío, a David, a Ana... a todos ellos... A mis compañeros de trabajo. A mis alumnos... Y también, por qué no, a Izaskun, que no deja de ser una buena ayuda a pesar de lo poquísimo que la conozco y de lo estupenda que es... A todos os quería decir que el imbécil ha dejado de serlo. Que sois todos demasiado importantes para perderos por seguir siendo un imbécil, por no hacer nunca caso de nadie, por hacer mi santa voluntad y no cuidar de mí mismo. Que es todo demasiado bonito y que tengo demasiada suerte para jugar con mi salud...
Y que gracias, de verdad, a todos por estar ahí. Cuidándome como yo no he sido capaz de hacerlo.
Llevo quince días con un nuevo plan de vida. Comida sana. Medicación adecuada. Control médico... Y ya se nota. La tensión ha bajado, los dolores de cabeza ya no me atormentan, he perdido siete kilos y me empieza a caber ropa que hace meses no me podía poner, sin que me importase un bledo. Seré imbécil... Y ahora sé que me queda un largo trecho de vida cuidándome por todos los años que no lo he hecho.
No me abandonéis... Os necesito. A todos.
Enrique
miércoles, 28 de octubre de 2009
II Jornadas Medievales de la Villa de Luna
Yendo un día de paseo por la zona de Biar, al llegar a Onteniente, se acercaron al séquito real de Jaime I, dos hombres de Zuera, los cuales con gran algarabía y golpes de pecho narraron cómo en una emboscada que hizo Don Artal de Luna con caballeros y peones mató a veintisiete hombres de dicha villa.Ante esas noticias y al constatar de nuevo que los aragoneses no pedían la venia real para apañar sus asuntos, volvió el rey a Valencia y de allí a Aragón para poner orden en sus tierras y meter en cintura a los contumaces y cabezones ricoshombres de Aragón que hacía como popularmente se dice “de su capa un sayo”, y únicamente se debían a sus fueros, dejando de lado a la justicia del rey y al poder de la corona.
Fue citado en Zaragoza Don Artal de Luna, pero sólo a la tercera citación del rey se presentó, de manera que se promovío la demanda y el pleito de los de Zuera a causa de los hombres que había matado en aquella celada.
Pero latente en la relación de Jaime con sus súbditos estaba la relación con sus hijos Pedro y Ferrán. El primero demasiado volcado en los intereses de tierras del Langedoc y el segundo convertido en adalid de la nobleza aragonesa.
El Conquistador pasó varios meses controlando a unos y a otros y preparando un escarmiento en Luna, pues según palabras del propio monarca:
─¡La quimera no es plausible en el arte de la política! ¡Ni la desobediencia a Roma!
Los escribanos de la cancillería real comenzaron noviembre redactando más cartas. En unas el monarca citó a los caballeros en honor y a los concejos en distintos sitios. En otras ordenó hacer saetas de estribo y de dos pies a los bailes. Nunca la corona se había armado tanto contra sí misma.
¿Qué era de los vasallos del rey de tantas glorias?
Tras convocar a la mesnada aragonesa, entre otros a los hijos de doña Teresa Gil, don Jaime fue contra Luna.
El castigo contra Artal de Luna debería tener categoría de “ejemplar.”
En esta ocasión serán muchos más los grupos recreacionistas presentes en las jornadas, llegados de Aragón, Cataluña, País Vasco, La Rioja y Valencia, pasando del centenar los caballeros y villanos convocados.
Pero lo que dotará a estas jornadas de especial interés es que su rigor histórico se pretende que sea irreprochable. Quienes los próximos días 7 y 8 de noviembre se aproximen a la bellísima localidad zaragozana se verán inmersos en un campamento militar del fascinante siglo XIII con todos sus elementos de cultura material intactos, en un auténtico viaje en el tiempo durante el cual se oirá rezar en latín, cantar en occitano, cocinar en fuego de leña, escribir con cálamos y plumas, combatir con espada, hacha, mangual y escudo e investir a un caballero aragonés con sus armas y pertrechos mientras se contempla la panoplia de un soldado de las tropas de don Jaime I de Aragón.
He aquí el programa de las jornadas:
jueves, 15 de octubre de 2009
¿Profesor o Caballero?
De profesor a caballero ( El Periódico de Aragón - 23/04/2007 )
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Pintura románica aragonesa: Bagüés
Si hay un estilo artístico que transmite una religiosidad profunda y sincera desde el deseo de mostrar las imágenes sacras para ser comprendidas y admiradas por todo el mundo, ése es el arte románico.
jueves, 17 de septiembre de 2009
Adios, Draco...
martes, 15 de septiembre de 2009
DOÑA LEONOR Y ALONSILLO (fantasía erótica medievaloide)
Cogió, pues, el barón la llave que su honra guardaba y la metió satisfecho en su cinto, llevándola con él a tierra de moros y dejando a su esposa muy apesadumbrada, sin duda por la separación de su marido. Pero aún no se había disuelto en el aire el polvo levantado por el último de los caballos de su mesnada cuando ya doña Leonor llamaba a su lado a un muy hermoso doncel de nombre Alonsillo para que sustituyese a don Fadrique en el recién abandonado lecho.
Llegó presuroso Alonsillo a la cámara de sus señores y al descubrir el odioso cinturón en torno al airoso talle de la bella, rompió el pobre muchacho en lamentos, pues ya veía su gozo en un pozo y sus ardores sin agua que los calmase. Risueña y traviesa doña Leonor, dijo al joven Alonsillo que no se apurase, que fuese a la herrería del castillo y trajese utensilios adecuados para quebrantar el incómodo artefacto que sus partes más sensibles atenazaba y cuyo sabor prometía al muchacho que iba a permitir catar.
Iba Alonsillo a protestar con buenas razones, pero al ver ese cuerpo deseoso de pasión, sintió crecer desmesuradamente cierta parte de su cuerpo y no pensó más. Fue el criado a la herrería, trájose de ella tenazas, cizallas y otros instrumentos, rompió delicadamente con ellos el cinturón que la cintura más deseada ceñía y... lo que a continuación ocurrió no creo necesario describirlo porque la mayoría de quienes me escuchan saben de qué hablo, y los que no lo saben no deberían estar aquí...
Hasta tres años transcurrieron mientras el señor don Fadrique ganaba títulos y tierras en el sur mientras su esposa gozaba con su Alonsillo, uno en brazos de la otra y viceversa, aunque en secreto para no estar en boca de todos y poniendo precaución con bebedizos y otros remedios para no quedar encinta la dama. Cada vez que el joven semental hacía saber a su amada sus preocupaciones a propósito del momento del retorno de su señor, lo callaba la dama con sus besos y le susurraba al oído que hablase menos y cabalgase más, pues todo estaba bien calculado de antemano. Ante lo cual el muchacho no tenía más remedio que obedecer con todo su pesar...
Y como todo pasa en esta vida, pasó también el tiempo y un buen día llegaron al castillo heraldos que traían la nueva de que don Fadrique, señor de Ejulve, entraría en sus tierras de ahí a una semana y que todo debía estar preparado para una gran fiesta, pues muchas eran las riquezas atesoradas en sus victoriosas batallas contra los enemigos de Cristo.
Entonces doña Leonor púsose en acción y ordenó a sus criados que se reuniesen con ella en el salón del castillo, dictando entonces la dama de modo muy autoritario, claro y conciso una serie de instrucciones que debían ser muy derecha y rápidamente obedecidas si no querían los plebeyos sufrir la cólera de la dama y de su noble esposo. Mandó doña Leonor cubrir con paños de luto todas las estancias del alcázar, ordenó a Alonsillo que preparase en el panteón de la fortaleza una pequeña tumba con su lápida sin nombre en ella y dejó bien establecido que nadie debía responder a pregunta alguna del conde sin su permiso ni consentimiento, limitándose a poner triste semblante y guardar silencio ante el señor cuando llegase.
Y así se hizo. Por su parte, la dama vistióse ropas de luto y esperó encerrada en sus aposentos la llegada de su marido ensayando muecas de dolor y expresiones de gran tristeza. Llegó el día jubiloso en que don Fadrique traspasó las poternas de su castillo con gran alegría y deseos de volver a abrazar y besar a su dama cuando el conde se extrañó sobremanera al ver que nadie salía a recibirle y que todo el recinto rezumaba luto y dolor. Cada vez más extrañado, preguntó a sus criados qué cosa ocurría para tan triste celebración de su regreso, pero nadie supo responderle, quedando todos cabizbajos, silenciosos y serios.
Arreció el barón su voz llamando a doña Leonor y el mismo Alonsillo díjole al conde que su esposa estaba en su alcoba, aguardándolo. Y allá se dirigió el noble caballero con el alma en un puño y alas en los pies, para encontrar a su esposa llorando, vestida de luto y abrazada a una pequeña manta. De boca de su adorada esposa supo don Fadrique que dos años atrás, tras su partida a la guerra contra el moro, dejaba el conde a su esposa la simiente de un infante en su vientre. Supo también que el embarazo se había visto en peligro por causa del maldito cinturón de castidad, que presionaba al niño impidiendo su normal desarrollo hasta tal punto que el incómodo artilugio debió ser quebrantado para permitir el feliz alumbramiento del infante. Pero tarde fue tomada la decisión, ya que el pobre niño nació muerto... Ordenó entonces la desdichada madre enterrar al neonato en el panteón familiar sin nombre ni fecha que lo recordase, pues no había podido ser bautizado. Y asimismo dio orden estricta de que el maldito armatoste que había matado al hijo del conde fuese fundido para siempre y con su metal se fabricasen cadenas para los perros.
Grande fue la tristeza de don Fadrique ante tan horrorosas noticias. Bajó el noble al panteón, rezó ante la vacía tumba de su primogénito, lloró abundantes lágrimas, guardó el luto prescrito por la Santa Madre Iglesia y juró a su esposa que jamás volvería a ceñirle el horrible instrumento de tortura, ante el secreto regocijo de la dama.
Y efectivamente, así sucedió que cuantas ocasiones fue don Fadrique requerido para unir sus mesnadas a las del rey de Aragón, dejaba a su esposa libre de hacer con sus encantos lo que apeteciera, y poco a poco fueron correteando por el castillo pequeños Fadriquitos y algún que otro Alonsillo mientras el noble señor rascaba los techos de sus aposentos con su frente tan guarnecida de cuerno...
Vean vuesas mercedes lo que la mujer es capaz de discurrir cuando quiere hacer cumplir su voluntad. Líbrenos Dios de sus tretas...
viernes, 28 de agosto de 2009
De nuevo en la vieja Zufaria...
Lamento recordároslo pero de aquí a poco será de nuevo difícil encontrar aparcamiento en la puerta de casa, habrá que llevar a los niños a la escuela y la playa, la montaña, los paisajes idílicos y los países lejanos se quedarán en el recuerdo y la vida cotidiana volverá a marcar el curso del tiempo...
Ya sé que no todos tenéis la suerte de ser profesores, qué le vamos a hacer, mis esfuerzos me ha costado y el que tenga envidia que reclame al maestro armero, pero hasta a nosotros nos llega el comienzo del curso y el retorno a las aulas. Un par de meses pasan volando, parece mentira. Y para este curso de nuevo he tenido la fortuna de pillar plaza de interino en la vieja Zufaria, donde impartí clases el año pasado.
En unos días me darán las credenciales, iré a entregarlas al I.E.S. Gallicum de Zuera y... al tajo, que ya iba siendo hora... Otra vez ante los alumnos, otra vez con los compañeros, otra vez con las lecciones, los exámenes y las juntas de evaluación...
Tempus fugit, que decía el filósofo...
miércoles, 26 de agosto de 2009
El Beato de Gerona (970)
La organización de los Comentarios de Beato está considerada por algunos investigadores como torpe y el texto a veces es redundante o contradictorio. En definitiva, se trata de una producción un tanto timorata, no dando pruebas de un gran espíritu de innovación. Así entonces... ¿Cómo tal libro, escrito en 776 y alterado diez años más tarde, ha tenido tal impacto durante cuatro siglos? Si la parte de Beato es muy reducida, la obra tiene por el contrario una traducción latina íntegra del Apocalipsis de Juan, lo que puede en parte explicar su notoriedad.
El famosísimo Beato de Gerona (970) fue realizado por el monje Emeterio y la monja Ende en el siglo X. Está escrit sobre pergamino y tiene 568 folios escritos a dos columnas y 114 miniaturas (algunas de ellas a toda una página e incluso doble página). Un detalle muy curioso que lo diferencia de los demás conservados es que los ojos de los personajes tienen la pupila unida al párpado superior, lo que les da una apariencia calmada, beatífica. Es el beato con más ilustraciones conservado y fue donado a la Catedral de Gerona en 1078. Se cree que su origen es leonés y que posiblemente se llevó a cabo en el Monasterio de Tábara, en la provincia de Zamora.
Como vemos, otra muy buena razón para visitar esta bella ciudad catalana, su catedral y su museo catedralicio...
lunes, 24 de agosto de 2009
El Tapiz de la Creación (Gerona, siglo XI)
viernes, 21 de agosto de 2009
Cumpleaños feliz...
martes, 4 de agosto de 2009
Una buena acción
Ha pasado estos días tristes de enfermedad junto a una compañera de habitación, una anciana llamada Toñi, a la que acompaña su hija Charo, que la trata con un cariño, una ternura y una dedicación admirables.
Toñi tiene cáncer de hígado. Está deshauciada, y aunque los médicos la han operado de urgencia esta misma mañana, Charo sabe que su madre no saldrá viva ya del hospital. A pesar de ello, o quizás especialmente por ello, los cuidados que le procura son dignos del más fiel, amoroso y entregado de los hijos...
Hoy había prometido llevarle a Charo y a Toñi unas fotos de los últimos medievales para que viese lo bien que lo pasamos y lo curioso de nuestra indumentaria. Como no las he encontrado, he decidido llevarme el traje nuevo que estrené en Anento y ponérmelo en la habitación para que lo viesen.
A Toñi la han cambiado de habitación, ahora está en la de enfrente. Así que después de saludar a mi madre, me he dirigido a la habitación de Toñi para enseñarle el traje. Estaba dormida, pero a pesar de todo me lo he puesto para que lo viese su hija Charo... Entonces la anciana (entubada, con goteros, con mascarilla, enchufada al oxígeno y con un cuerpo que poco a poco se va consumiendo sin remedio) me ha mirado, ha sonreído y me ha dicho:
"¡Madre mía, qué majo estás!"
No era ninguna revelación, ningún momento mágico ni nada por el estilo. La pobre mujer me ha mirado con cara de alegría (siempre ha sido una mujer fuerte y alegre, según me ha contado su hija), ha sonreído con la boca y los ojos y por unos instantes ha sido un poquito más feliz. Al menos, ha visto algo más que los cuidados de su hija y la fría habitación de un hospital.
Luego he pasado a la habitación de mi madre, vestido con el traje, y ella y mi padre me han mirado con reprobación y vergüenza, como si no me conociesen. "¿Dónde vas haciendo el payaso de esa manera?", me ha dicho mi padre...
Pero me importa un bledo...
Hoy he hecho una buena acción... Me lo han dicho los ojos de una anciana moribunda.
domingo, 2 de agosto de 2009
La responsabilidad de educar
Este informe pretende llamar la atención de los padres sobre su enorme responsabilidad y sobre la tremenda influencia que con sus malos ejemplos y una errónea formación pueden ejercer sobre sus hijos.
He aquí los diez puntos del informe:
1. Dadle todo cuanto desee: así crecerá convencido de que el mundo entero se lo debe todo.
2. Reídle todas sus groserías, tonterías y salidas de tono: así crecerá convencido de que es muy gracioso y no entenderá cuando en el colegio le llamen la atención por los mismos hechos.
3. No le déis ninguna formación espiritual: ¡ya la escogerá él cuando sea mayor!
4. Nunca le digáis que lo que hace está mal: podría adquirir complejos de culpabilidad y vivir frustrado; primero creerá que le tienen manía y más tarde se convencerá de que la culpa es de la sociedad.
5. Recoged todo lo que vaya dejando tirado: así crecerá pensando que todo el mundo está a su servicio; su madre la primera.
6. Dejadle ver y leer todo: limpiad con detergente, que desinfecta, la vajilla en la que come, pero dejad que su espíritu se recree con cualquier porquería. Pronto dejará de tener criterio recto.
7. Discutid delante de él: así se irá acostumbrando, y cuando la familia esté ya destrozada lo encontrará de lo más normal, no se dará ni cuenta.
8. Dadle todo el dinero que quiera: así crecerá pensando que para disponer de dinero no hace falta trabajar, basta con pedir.
9. Que todos sus deseos estén satisfechos al instante: comer, beber, divertirse,…¡de otro modo podría acabar siendo un frustrado!
10. Dadle siempre la razón: son los profesores, la gente, las leyes quienes la tienen tomada con él.
El informe de la policía de Seattle, dirigido a las padres, termina diciendo:
“Y CUANDO VUESTRO HIJO SEA YA UN DELINCUENTE,
PROCLAMAD QUE NUNCA PUDISTEIS HACER NADA POR ÉL”.
Educar no es jugar, ni entretener (para eso basta un payaso). Educar es adquirir destrezas, acumular conocimientos, despertar inquietudes activas y aprender formas de convivencia que eviten el capricho del mal criado.
Cuando un niño comete un acto de indisciplina en el colegio, donde no conoce a fondo al profesor, es que en su casa está harto de hacer lo mismo pero allí le sonríen. No es lo mismo inserción que reinserción y para reformar están los reformatorios, no los colegios. Cuando un alumno, con su actitud en clase, priva a otro de su derecho a la educación, está cometiendo un delito. Y hemos de “hacer algo” para proteger a los muchos alumnos que lo hacen bien.
Algunos padres piensan que querer a sus hijos es defenderlos frente a los jueces, la sociedad y los profesores “que les tienen manía”.
La realidad es que la cultura de los alumnos ha bajado hasta niveles alarmantes. Son poco trabajadores, tienen más información, pero menos formación; son más incultos, lo que inevitablemente los hace más inmaduros. Si los alumnos son más apáticos que nunca es debido a una educación equivocada. Muchos padres argumentan que los hijos lo tienen todo y por eso no valoran el esfuerzo que cuestan todas las cosas que valen la pena. Aunque la palabra NO todavía no ha desaparecido del vocabulario.
En educación lo que más cuesta no es poner límites sino mantenerlos con convencimiento.
Es duro, pero en verdad os aseguro que es lo que hay... Lo estoy viendo TODOS los días.
sábado, 18 de julio de 2009
LOS BURGUESES DE CALAIS
Ocurrió en junio del año 1347, poco después de la victoria inglesa en Crécy (otra batalla de arqueros que merecería la pena desarrollar, maese José Luis). Nos cuenta mi colega el cronista francés Jean Froissart que tras la batalla (septiembre de 1346) el rey Eduardo III de Inglaterra puso sitio a la ciudad de Calais, que resisitió denodadamente hasta el verano. Durante el sitio se dieron episodios tan crueles como la muerte de 500 niños y ancianos al pie mismo de las murallas. Habían salido de la ciudad para facilitar la resistencia de la misma (que se estaba quedando sin víveres después de que los ingleses interceptaran un envío) y el rey Eduardo no les dejó pasar sus líneas, de modo que perecieron de inanición a la vista de sus compatriotas y de los sitiadores.
El alcalde reunió en la Plaza de la villa a todos los habitantes y expuso las condiciones del sitiador, ante lo cual seis notables personalidades del Concejo ofreciéronse en sacrificio para salvar la vida de sus compatriotas. Eran Eustache de Saint-Pierre, los hermanos Jacques y Pierre de Wissant, Jean de Vienne, Andrieu d'Andres y Jean d'Aire. Los seis se vistieron con camisones, colgaron sogas de sus cuellos y con gran dignidad salieron por la puerta de la ciudad al encuentro del monarca inglés y ante los sollozos y agradecimiento de sus conciudadanos.
Y dice el cronista que al verlos arrodillarse llorando ante él y ofrecerle las llaves de la villa, Eduardo III los miró con odio y ordenó que los colgasen, pero ante las súplicas de sus propios caballeros y de su misma esposa, la reina Felipa de Hainault, Eduardo sucumbió a la benevolencia y entregó a los seis hombres a la custodia de su mujer, quien les retiró las sogas y los condujo, a escondidas, fuera del campamento inglés, librándoles de la muerte.
Calais permanecería en manos inglesas más de doscientos años (hasta 1558)
Familia...
Esta noche nuevamente se han quedado a dormir en mi castillo de Zufaria mis sobrinos Miguel Ángel y Leonardo. Para mí este hecho, trivial si lo miramos fríamente, es siempre motivo de fiesta y de gran alegría. Ya conocéis a estos niños por otra de las entradas del blog. Esta vez ha sido parecida a la anterior: los pequeños han entrado en mi casa como en un parque de atracciones, es fantástico comprobar cómo cualquier novedad es vista como un motivo de asombro y regocijo a los ojos de un niño.
Para empezar, les he preparado a todos una cena de las medievales: montones de platos distintos, picoteo variado y exquisiteces; unos canapés, unas pizzas para los pequeños, langostinos, pulpo al ajillo, mejillones, chorizo, fuet, salchicas de frankfurt fritas en trocicos, mortadela de pavo, unos postres de crema de yogurt muy ricos y unos pastelitos, todo ello regado con refrescos para los niños (sin azúcar y sin cafeína) y mucha cerveza sin alcohol para mi hermana, mi cuñado y yo y agua mineral bien fresquica para todos. Se han puesto las botas.
Y luego, lo de siempre: juegos en el ordenador, risas, chistes, una película en la tele (Indiana Jones y la última cruzada) y, a las tantas de la madrugada, a dormir con un beso de buenas noches y unas sonrisas de agradecimiento preciosas. Son unos niños encantadores.
Luego, por la mañana, despertar tarde y desayunar en el bar: otra aventura. Un bar de ambiente cazador (ojo, no "de ambiente" a secas) , con cabezas de animales disecadas, escopetas en las paredes, una diana de dardos y una máquina de esas de pinzas para atrapar cosas varias, en la cual les he conseguido un estuche para el cole y unos cuernos de diablo que se encienden con pilas, como los de AC/DC en sus conciertos. Tres euros muy bien gastados, qué demonios, vistas las caritas de asombro y satisfacción de los pequeños, que estaban contentísimos y emocionados.
martes, 14 de julio de 2009
Invitación de boda
Espero que os guste...
lunes, 13 de julio de 2009
Las Navas de Tolosa. F. García Fitz
Topicazos aprendidos de una historiografía nutrida por las crónicas de quienes vieron en la guerra sólo su parte heroica, deslumbrados por las hazañas de los caballeros que, dicho sea de paso, les daban de comer, vestir y holgar. No es extraño que estos juglares, escribanos y amanuenses se vieran deslumbrados por los escasos grandes choques de ejércitos y narrasen con todo lujo de detalles su desarrollo, sin ahondar en el hecho de que precisamente esas grandes batallas eran algo extremadamente inusual que muy pocas veces se buscaba, puesto que su resultado era tan incierto y estaba tan en manos del azar que pocos monarcas medievales se atrevían a enfrentarse en campo abierto para medir sus fuerzas bien fuera contra musulmanes o bien contra otros monarcas enemigos.
martes, 7 de julio de 2009
PERACENSE
A diecisiete kilómetros de Monreal del Campo, en la provincia de Teruel, no lejos de la torre de Singra, se encuentra uno de los castillos más espectaculares de Aragón: Peracense. Curiosamente, frente a la popularidad de Loarre (que parece que no exista en Aragón más castillo que ése, por muy hermoso y bien conservado que esté), no es una fortaleza demasiado conocida, tal vez precisamente porque se encuentra en Teruel y no es habitual que en nuestra tierra se preste demasiada atención a las peculiaridades de esta provincia aún demasiado olvidada. Pero en verdad es una obra de ingeniería poliorcética que en nada desmerece a los más impresionantes castillos no ya de nuestra comunidad, sino de toda España.
Como es habitual en este tipo de recintos, en Peracense todo está pensado para que cada parte del castillo pueda ser defendida independientemente. El primer aproche a la muralla exterior lo dificulta un camino de acceso difícilmente franqueable a un ejército en disposición de combate, esto es, en formación de muro de escudos para detener los proyectiles disparados desde la posición defensiva, por cuanto la estrechez del paso obligaría a una aproximación en fila de a dos o de tres (a lo sumo), facilitando a los defensores la defensa vertical del primer recinto desde los caminos de ronda.
En el improbable caso de que el aproche tuviera éxito y los atacantes lograsen penetrar en el primer recinto -a costa de perder varias decenas de soldados en el intento- fácilmente se podría disponer de una tropa de avanzada que les hiciese frente en el propio camino de acceso a la segunda poterna, desde cuya altura también podría desarrollarse una eficaz defensa vertical, habida cuenta de que el acceso al segundo recinto se halla también en rampa, lo que dificultaría extraordinariamente el avance de unos atacantes desfallecidos por el cansancio y agobiados por el peso de sus armas y por la resistencia encontrada en el primer asalto a la muralla exterior.
Pero aún en el caso de hallarnos ante un ataque tenaz, resolutivo y bien coordinado que lograse subir con grandes esfuerzos hasta el segundo glacis, los defensores habrían tenido tiempo de establecer una última línea de defensa ante la cual, irremisiblemente, se estrellaría el ímpetu de los atacantes de forma definitiva, puesto que la esplanada ofrece una perfecta plaza de armas en la que disponer sin problemas una última fuerza defensora.
Sólo en el caso de que el ejército atacante estuviese dirigido por un Alejandro Magno, un Saladino o un Alfonso I "el Batallador" lograría hacerse con el control del segundo recinto defensivo, caso de lo cual solo quedaría acceder al tercero por unas escaleras de madera -probablemente retiradas a tiempo-, de uno en uno (el espacio es exiguo para un ataque en conjunto), reventar la puerta de acceso a la falsa torre del homenaje -que cuenta con una buhedera como elemento de defensa vertical para arrojar agua o aceite hirviendo sobre los soldados apelotonados ante la puerta inferior-, subir por un hueco de escaleras de menos de un metro de anchura (un arquero experimentado bastaría para detener el avance desde el patio superior) y, finalmente, extenderse por el tercer y último recinto donde se hallaría la flor y nata de los defensores, los soldados más fieles del señor de Peracense, dispuestos a vender caras sus vidas antes de permitir la toma definitiva de la fortaleza...
Difícil tarea la de tomar un castillo por la fuerza. El próximo día 8 de agosto por la tarde trataremos de demostrarlo.
Mi señor don Ximeno Cornel: lo tenéis crudo.
martes, 30 de junio de 2009
LAS BODAS DE CHISTÉN
LAS BODAS DE CHISTÉN
Blanca es la nieve que tiñe
tu dulce cara con su palidez.
Roja la sangre que cuando me ves
hace que te ruborices.
Posadas sobre mi pecho
como palomas tus manos sentí.
Yo las quisiera guardar y cubrir
eternamente de besos.
Si tu me quieres, morena,
cruzaremos el Cinqueta.
No tengas miedo del río
que yo te llevo, amor mío.
Si tu madre no me quiere,
si tus hermanos te apartan de mí,
pronto en tu casa van a descubrir
que separarnos no pueden.
Montaremos en mi mula
y escaparemos al monte los dos.
Florecerá en una borda el amor,
creciente como la Luna.
Comeremos frutos tiernos
y el vino de nuestros besos.
En nuestro lecho habrá flores
y en tus ojos ilusiones.
Yo orgulloso y tu callada
regresaremos al pueblo por fin.
Cura, suegra, hermanos y el alguacil
boda tendrán preparada.
¡Que empiece a tocar la ronda,
y que sirvan la comida también!,
sera por siempre nombrado en Chistén
el dia de nuestras bodas.
Tu me quitarás la faja
y yo a ti las medias blancas.
Oiremos tocar la gaita
debajo de la ventana.
Y el año que ha de venir...
traerá un ninon para tí.
jueves, 25 de junio de 2009
Villard de Honnecourt
En la Picardía francesa hay un pequeño pueblecito llamado Honnecourt-sur-Escaut. Es una aldea moderna, de la que apenas queda nada de su primitivo aspecto medieval, ya que sus casas fueron destruidas en la Primera Guerra Mundial. Pero en él, aproximadamente a finales del siglo XII, nació un niño al que llamaron Villard y que llegó a convertirse en un gran dibujante, tal vez incluso un arquitecto, aunque eso no lo podemos saber con seguridad.
En las primeras décadas del nuevo siglo, el XIII, el joven Villard, que debía tener alrededor de veinte años, salió de su Picardía natal y emprendió un viaje por todo el norte de Francia visitando ciudades, catedrales, ermitas, monasterios y, en definitiva, talleres de obras como los que posiblemente él mismo dirigiría en el futuro.
Villard recogió sus impresiones en un cuaderno que revela una maestría incomparable en el manejo de los cálamos y las tintas.
¡Y qué dibujos! Una seguridad en el trazo que envidiarían los artistas de todas las épocas. Y que existe asimismo cuando dibuja a un caballero cayendo al suelo desde su montura como cuando traza la planta de Saint-Étienne de Meaux o la de Nôtre-Dame de Cambrai. Una cuestión de oficio en el arte de trazar plantas y alzados, lo que nos habla de su posible formación como arquitecto.
Pero Villard no se limitó a este tipo de trazos. Cualquier cosa le servía para coger la pluma: su actividad se extiende a la carpintería y a los "secretos profesionales" de la escultura, recogiendo cuerpos y rostros construidos según esquemas geométricos, que admirarían a los propios cubistas y que se basan en líneas directrices que aseguran la armonía...
Todo ello queda plasmado en las páginas del Album, que han resistido el paso de los siglos hasta nuestros días, ya que el libro original, una verdadera joya del medievo, es custodiado en la Biblioteca Nacional de París, y desde luego no es para menos, ya que la importancia que habíamos visto en el Liber Sancti Iacobi para el peregrino jacobeo de los ss. XI y XII la encontramos también en el maravilloso cuaderno del artista francés para lo que corresponde a las primeras décadas del siglo XIII.
Villard de Honnecourt es un hombre curioso, un verdadero voyeur artístico que se fija en todo aquello que capta su atención y se esfuerza por plasmarlo en las páginas de su cuaderno...
Enseguida se perciben en él sus aficiones particulares, como ocurre con los paños complejos, que para él no son otra cosa que un juego de líneas, evocando la pintura de Henry Matisse, quien debió ser también un gran admirador del Cuaderno de Villard de Honnecourt...
Pero ya hemos dicho que Villard no se contentó sólo con contemplar los edificios... Personajes bíblicos, animales (sintió especial predilección por el león y el perro), luchadores, caballeros montando a caballo con todo lujo de detalles en sus vestimentas y sus ademanes, vidrieras, cabezas humanas que surgen de la hojarasca, mediciones geométricas, aparatos e ingenios de construcción, hasta laberintos y máquinas extrañas que parecen robots.
E incluso recetas. Una buena cantidad de imágenes van acompañadas de comentarios, discusiones o... cosas como ésta:
Acordáos de lo que os voy a decir. Coged hojas de col roja y alhelí, que es una hierba a la que llaman tanaisie (balsamina) y cañamón (algunos historiadores interpretan la palabra, escrita en francés antiguo, como cannabis ¿?), o sea, la semilla del cáñamo; triturad estas cuatro hierbas de modo que no haya más de una que de otra. Después tomad rubia, el doble que cualquiera de las cuatro hierbas; triturad y colocad las cinco hierbas en una marmita, añadid vino blanco del mejor que tengáis y diluid, de tal manera que el brebaje no quede demasiado concentrado, a fin de que se pueda beber. No bebáis demasiado: con una cáscara de huevo tendréis bastante, siempre que esté llena. Sea cual fuere vuestra herida, sanaréis; limpiad la herida con un poco de estopa, poned encima una hoja de col roja, y después bebed el brebaje por las mañanas y por las tardes, dos veces al día...
Pues bien: la editorial Akal tiene una preciosa edición del Cuaderno de Villard de Honnecourt que acabo de recibir y estoy disfrutando de él en este momento. Merece la pena, es una obra fabulosa, como he tratado de haceros comprender. Y si no queréis gastaros los 28 euros que cuesta en la Casa del Libro, os dejo un interesante enlace con las páginas del Cuaderno en internet:
http://commons.wikimedia.org/w/index.php?title=File%3AVillard_de_Honnecourt.djvu&page=1
Disfrutadlo también vosotros
martes, 16 de junio de 2009
FIDELIS REGI (y V): una valoración
jueves, 11 de junio de 2009
FIDELIS REGI (IV): Talibanes...
Otros, sin embargo, llevan más allá sus ambiciones y, sin renunciar en absoluto a esa convivencia, buscan un mayor acercamiento, una aproximación cada vez más precisa a la recreación de la cultura material del medievo. Es un recreacionismo algo más científico, más centrado en las fuentes históricas, menos conformista. Se empieza ya a discutir sobre la interpretación de las fuentes, a investigar, a buscar información cada vez con mayor profundidad. Acuden a un mercado de material más riguroso, escogen determinadas reproducciones y rechazan otras por su imprecisión o su falta de rigor. Comienzan a especializarse en un tipo concreto de personaje, de época, de cultura material, investigan a fondo sobre ella y tratan de ser coherentes con sus descubrimientos. Sus resultados son tal vez menos llamativos, pero también más rigurosos. Prestan más atención a unos aspectos y, sobre todo, comienzan ya a plantearse, aunque no siempre lo consigan, cómo materializar un objeto a partir de su imagen en una fuente histórica, y no a justificar el objeto adquirido tratando de encontrar referencias al mismo en dichas fuentes. Es lo que podríamos llamar "Soft Recreation", y en mi modesta opinión, en ella se encuentran una gran mayoría de los grupos españoles actuales.