jueves, 17 de febrero de 2011

Labordeta clásico

Como algunos sabéis, entre mis facetas polivalentes se encuentra también la del bel canto. Soy tenor en una pequeña agrupación coral llamada "Las Cigüeñas" (nombre extraño, sí, ya os lo explicaré en otro momento). Y desde esa faceta quisiera haceros un anuncio y daros una recomendación:


Los días 23 y 24 de abril de 2011 va a celebrarse en el Autorio de Zaragoza (Sala Mozart) un magnífico concierto de música clásica basado en la obra del grandioso José Antonio Labordeta. El tenor solista es Mariano Valdezate González (entre otras canciones interpretará ese "Somos" que tantas veces nos ha emocionado a todos los aragoneses que sentimos muy hondo nuestra tierra), una de las voces más bellas de nuestra lírica y mi maestro de coro. Las entradas están ya a la venta en los cajeros de CAI. Os animo a todos a que asistáis porque os garantizo una experiencia musical alucinante. Doy fe de ello.

Recordad que la Música forma también parte de nuestro patrimonio. Y en este caso se trata de uno de los más extraordinarios valores que Aragón ha dado el mundo en el último siglo. Como dijo Joaquín Sabina:

"Que no cambian de chaqueta
en Aragón hay tres cosas
que no cambian de chaqueta:
Buñuel, Francisco de Goya
y la voz de Labordeta"...

martes, 15 de febrero de 2011

El pastel de mierda


Imaginad que se aproxima el cumpleaños de un amigo y que se os ha olvidado prepararle un regalo. Entonces, a unos pocos días de la celebración, a unos cuantos se les ocurre hacer un pastel. Pero como no tienen experiencia y, además, corre mucha prisa, confunden el chocolate con el excremento de un perro y se ponen a elaborar, así de cualquier manera, una tarta de mierda. Imaginad que vosotros os dáis cuenta de la confusión y se lo decís, pero los intrépidos "cocineros" se empeñan en que a pesar de todo va a saber muy rico y te piden que les ayudes, que les eches una mano y que no seas aguafiestas. Pero, lógicamente, como vosotros no estáis por la labor de mancharos con esa porquería decidís no colaborar, les repetís que están haciendo el pastel equivocadamente y os laváis las manos del asunto. El pastel de mierda queda precioso, parece de chocolate, pero huele de lejos y los cocineros están resfriados y no pueden apreciarlo. Y cuando llega el día de la celebración, lo sirven con un montón de velitas, adornados con cintas de colores y con bengalas. Pero, claro, al verlo y aspirar su "aroma" todo el mundo sale de estampida y se quedan más solos que la una...

Y AHORA IMAGINAD, POR ÚLTIMO, QUE DESPUÉS DEL DESAGUISADO ENCIMA OS ECHAN LAS CULPAS A VOSOTROS PORQUE "NO HABÉIS QUERIDO COLABORAR" EN LA REALIZACIÓN DE UN PASTEL DE MIERDA...

Moraleja: "Ni contigo ni sin tí tienen mis males remedio..."

lunes, 7 de febrero de 2011

Sofía...

Lo teníamos todo preparado, así que no cabían sorpresas sino sólo ilusiones. La cunita estaba en el cuarto de sus papás. Las ropicas, esos pijamitas, camisetas, "bodys", patucos y gorritos bien doblados en su canastilla. Los peluches con sus brazos abiertos como en un abrazo, sonajeros y cascabeles ensayando melodías de arrullo y de alegría. El cochecito para pasear, deseando salir por la puerta de casa para enseñarle el sol y la vida a su diminuta persona... Y la familia, expectante. Sus padres, sus abuelos, sus tíos y sobre todo su hermanita Raquel, que hace ya meses sabía que estaba esperando "un bebé", vivíamos pendientes del teléfono que nos diese la buena nueva.

Y por fin llegó. El miércoles, día 2 de febrero de 2011, por la tarde. Yo tenía evaluaciones, ¡cómo no!, pero estaba de descanso entre una sesión y otra cuando una voz que era todo orgullo y emoción me anunció en el móvil que ya estaba aquí. Que la cunita, las ropitas, el cochecito y los peluches ya tenían nueva dueña legítima. Y, sobre todo, que ese primer llanto de bebé que lucha por respirar después de nueve meses calentita y mimada dentro de la tripa de su madre esperaba ser consolado por todo el cariño de una familia estupenda, que la aguardaba desde hace ya semanas con impaciencia y con muchas ganas de acunarla y mecerla en los brazos...

Ya estás aquí, Sofía, mi pequeña. Y es una pena que los que ya no están no puedan disfrutar de tu presencia, porque eres tan maravillosa como esperábamos todos.



Bienvenida, cariño...