martes, 26 de mayo de 2009

El "Codex Calixtinus" (III)

El Liber Sancti Iacobi está lleno de curiosidades, pero una de las más notables es el modo tan subjetivo en que su autor describe tanto los parajes como las gentes que encuentra en su camino. Como ya hemos dicho anteriormente varias veces, el origen francés de Aymeric Picaud parece innegable, de modo que el peregrino partió del país galo para dirigirse a Santiago de Compostela. Algo, sin embargo, debió ocurrirle al buen hombre al atravesar las tierras de Navarra porque al describir a sus habitantes los pone como chupa de dómine. En una época en la que los caminos eran extremadamente peligrosos y los accidentes, los ataques de las fieras salvajes o los asaltos de bandoleros montañeses estaban a la orden del día (y sin policía ni Guardia Civil alguna que velasen por el bienestar social como en nuestros días), no es de extrañar que el pobre Aymeric se topase con una partida de estos últimos y le dejasen la bolsa (o tal vez algo más) bien ligera.


Sólo así se explica esta descripción. Leedla bien, que no tiene desperdicio:


"Navarros y vascos tienen características semejantes en las comidas, el vestido y la lengua, pero los vascos son de rostro más blanco que los navarros. Los navarros se visten con ropas negras y cortas hasta las rodillas como los escoceses y usan un tipo de calzado que llaman abarcas, hechas de cuero con el pelo sin curtir, atadas al pie con correas y que solo envuelven la planta de los pies, dejando al descubierto el resto. Gastan, en cambio, unos mantos negros de lana que les llegan hasta los codos, con orla, parecidos a un capote, y a los que llaman sayas. Como se ve, visten mal, lo mismo que comen y beben también mal, pues en casa de un navarro se tiene la costumbre de comer toda la familia, lo mismo el criado que el amo, la sirvienta que la señora, mezclando todos los platos en una sola cazuela, y nada de cucharas, sino con las propias manos, y beben todos del mismo jarro. Cuando los ve uno comer, le parecen perros o cerdos. Y oyéndoles hablar, te recuerdan los ladridos de los perros, por lo bárbaro de su lengua (...)

Son un pueblo bárbaro, diferente a todos los demás en sus costumbres y naturaleza, colmado de maldades, de color negro, de aspecto innoble, malvados, perversos, pérfidos, desleales, lujuriosos, borrachos, agresivos, feroces y salvajes, desalmados y réprobos, impíos y rudos, crueles y pendencieros, desprovistos de cualquier virtud y enseñados a todos los vicios e iniquidades, parecidos en maldad a los Getas y a los sarracenos, y enemigos frontales de nuestra nación gala. Por una miserable moneda, un navarro o un vasco liquida, como puede, a un francés. En algunas de sus comarcas, en Vizcaya o Alava, por ejemplo, los navarros mientras se calientan, enseñan sus partes, el hombre a la mujer, y la mujer al hombre. Además, los navarros fornican incestuosamente al ganado. Y cuentan también que el navarro coloca en las ancas de su mula o de su yegua una protección, para que no las pueda acceder más que él. Además, da lujuriosos besos a la vulva de su mujer y de su mula. Por todo ello, las personas con formación no pueden por menos de reprobar a los navarros. Sin embargo, se les considera valientes en el campo de batalla, esforzados en el asalto, cumplidores en el pago de los diezmos, perseverantes en sus ofrendas al altar. El navarro, cada vez que va a la iglesia, ofrece a Dios pan, vino, trigo o cualquier otra ofrenda. Doquiera que vaya un navarro o un vasco se cuelga del cuello un cuerno como un cazador, y acostumbra a llevar dos o tres jabalinas, que ellos llaman azconas. Y cuando entra o vuelve a casa silba como un milano. Y cuando emboscado para asaltar una presa, quiere llamar sigilosamente a sus compañeros, canta como el búho o aúlla como un lobo..."

Aymeric Picaud: Liber Sancti Iacobi, capítulo VII (fragmento)

Ante semejante sardinazo, no puede uno dejar de preguntarse: ¿Qué le harían a este pobre hombre los navarros pasados los Pirineos?...

6 comentarios:

  1. No se, nose...
    Pero lo mejor las referencias pictoricas....

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  2. Oye, pues no se. pero yo el viernes me voy a Estella...¡menudos chuletones! ¡Y me los como con cubiertos!
    Fíate de un francés...

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  3. ¡Eso sí que es poner a caer de un guindo, y lo demás son tonterías!

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  4. Muchachos, cada cual habla de l feria según le ha ido... ya sabéis.

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  5. Pues si yo soy un navarro de esos no sé si le perdonaría la vida al Aymeric... Ahora, a ti te rebanaría el pescuezo sin dudar por insultarme con semejante recurso fotográfico. Je, je, je...

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  6. Lacedemonia, muchacho, yo es que ante la exhaustiva y detallada descripción del peregrino francés he buscado la imagen que más se aproximase a lo descrito...

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