martes, 7 de diciembre de 2010

De mayor quiero ser controlador aéreo...

Sí, señores, lo he decidido. Yo, de mayor, quiero ser controlador aéreo.


Y no, no os confundáis. No quiero serlo porque cobren un sueldo indecente para cualquier mileurista, y no digamos para los más de cuatro millones de parados que hay actualmente en este país.


Tampoco porque tengan un trabajo seguro con todos los privilegios habidos y por haber. Ni porque les paguen las horas extras a 1.500 €.



Tampoco les envidio los viajes gratis que pueden hacer ellos y sus allegados, ni las bajas por enfermedad en cuanto sueltan un estornudo, ni la exclusividad de que haya sólo 2300 controladores en todo el país.

Mi envidia es más siniestra, más oscura, más retorcida...

Me importan un carajo sus reivindicaciones, por mí les podrían echar a todos a la puta calle porque seguro que no faltarán candidatos que les puedan sustituir. Y también me importa un cojón de mico que el último chantaje -así, con todas las letras- que han protagonizado haya sido por culpa de la empresa AENA, del gobierno de ZP o del sindicato USCA. Me da absolutamente igual todo...

Lo que me ha fascinado, lo que me ha dejado de piedra, lo que me produce una envidia negra y terrible es que esos desgraciados decidiesen plantarse un día y abandonar sus puestos de trabajo... y todo un país quedase con el culo al aire, paralizado, con los aeropuertos cerrados, los vuelos en tierra, los cielos sobre España vacíos de aviones (la imagen del mapa de situación del tráfico aéreo europeo era sobrecogedora) y cientos de miles de pasajeros (¡en TODO el mundo!) durmiendo sobre sus maletas, con los niños llorando porque no saben qué va a pasar y los padres cagándose en la puta madre de los controladores aéreos. Los sueños, las ilusiones y las necesidades de cientos de miles de personas tirados por el retrete.

Increíble. Fabuloso, de puro demencial.

Hacen huelga un par de millares de trabajadores ultraprivilegiados y todo un país -que vive muy principalmente del turismo- se colapsa, un medio de transporte de capital importancia como es el aéreo se bloquea por completo, se cancelan todos los vuelos (sean de vacaciones o de trabajo), hoteles y restaurantes se ven dramáticamente afectados por la falta de clientes, la bolsa española baja por la falta de credibilidad en un sistema económico que permite tal desaguisado en plena crisis... ¡se llega a declarar el estado de alarma, cosa que no había ocurrido jamás en los 30 años de democracia! ¡¡¡Se llega a militarizar el control del tráfico aéreo civil como en una república bananera en pleno golpe de Estado!!!

¡¡¡Y todo eso por 2.300 hijos de la grandísima puta!!!

A mí que no me vengan con milongas... Eso es PODER. Ni el presidente de los EE.UU, ni el banquero más forrado del planeta, ni el cargo directivo más alto de la mayor multinacional del mundo son capaces de algo así en menos de tres horas sin que se monte una revolución como las de antaño, con hoces, guadañas, cuchillos y cualquier instrumento capaz de cortarle los cojones al responsable del desaguisado...

Yo me estoy imaginando el cuadro si en el momento en que los pasajeros afectados por las cancelaciones y los malnacidos de los controladores coincidieron en el hotel de Barajas donde se alojaron unos y otros yo hubiese perdido un vuelo del que dependiese algo mucho más importante que unas vacaciones y me encontrase cara a cara con ellos. No me habría limitado a chillarles, como vimos en TV. Le hubiera dado un golpe en la cabeza a un policía, le habría quitado la pistola y al día siguiente los titulares de los periódicos hubieran sido muy diferentes. Mucho. Lo que no entiendo es cómo se lo tomó todo el mundo con esa pachorra.

Lo dicho: de mayor quiero ser controlador aéreo... Aunque tenga que tragar insultos, malas caras y expedientes disciplinarios.

PD: Piloto de aerolínea también me valdría, pero esos son otro cantar.

3 comentarios:

  1. Pues si, Enrique, que razón tienes. Yo de mayor tambié quiero ser controlador aéreo! ;)

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  2. Pobre policía... Encima de tener que estar ahí, va y se lleva un coscorrón.

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  3. Hombre, una mala tarde la tiene cualquiera... :P

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