lunes, 5 de abril de 2010

"El Amor y la Muerte". José Luis Corral ataca de nuevo...

Otro autor del que me precio de conocer bastante bien su obra. En este caso lo que me averronchó contra el rocaje vivo de este escritor fue el hecho de ser profesor de Historia Medieval y director del Taller de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, mi "alma mater". Gracias a esa atractiva carta de presentación -ya que mi pasión por la Edad Media es más que evidente- comencé a leerme su deliciosa novela "El Salón Dorado", que tengo en dos ediciones (una de ellas la "de luxe" ilustrada que su editorial, Edhasa, publicó con motivo del 10º aniversario) y que huelga decir que me pareció maravillosa. Luego pasó por mis anaqueles "El Cid", que me gustó un poco menos, y más tarde cayeron "El invierno de la Corona" (sobre la época del rey don Pedro IV "el Ceremonioso" de Aragón), "Numancia", "Trafalgar", "Independencia" (me falta "El rey felón" para completar la trilogía), "El número de Dios" e incluso obras no ya literarias sino ensayos históricos como "Taller de Historia (el oficio que amamos)" (un excelente conjunto de lecciones prácticas sobre el apasionante oficio de historiador), "Breve historia de la Orden del Temple", "Mitos y Leyendas de Aragón" (que me firmó él mismo en la Feria del Libro del año 2008) y "La torre y el caballero" (sobre el ocaso del feudalismo en la figura de don Pedro Ximénez de Urrea), de tal modo que, a falta de "El amuleto de bronce" (que trata de Gengis Khan y el imperio mongol, que nunca me ha interesado), "Fulcanelli, el dueño del secreto" (que ni siquiera sé exactamente de qué va), "Fátima (el enigma de las apariciones)" -demasiado esotérico para mi gusto-, "El caballero del Templo" (¡que me niego a leer porque estoy del Temple y los templarios hasta la coronilla!) y alguna cosilla más que tiene publicada por ahí, creo sinceramente que no es tampoco un "curriculum lectis" que tenga que envidiar al que he adquirido de Arturo Pérez-Reverte, como vimos en la anterior entrada, y que me convierte también en un "corralista" consumado...

Por eso me atrevo a decir, tras la quasi-acabada lectura de su nueva "novela" titulada "El Amor y la Muerte", que el señor Corral... no es novelista. No, no me miren así los incondicionales de este autor: José Luis Corral Lafuente es un amenísimo divulgador de la Edad Media ("El Salón Dorado", "El invierno de la Corona", "El número de Dios"...), la Edad Antigua ("Numancia") y la Edad Contemporánea ("Trafalgar", "Independencia", "El rey felón"), pero ante todo es historiador y por muchos esfuerzos que se tome no le es posible ocultarlo ni tampoco creo que lo quiera. La lectura de sus novelas es una fabulosa "plongée" en el mundo medieval, antiguo, moderno o contemporáneo que te rodea y te sumerge de lleno en la época, pero los personajes -salvo honrosas excepciones- están someramente dibujados, son simples pretextos de unas obras donde el verdadero protagonista es el entorno, la ciudad ("El número de Dios"), la corte ("El invierno de la Corona", "El rey felón"), la sociedad ("Numancia"), el mar y sus gentes ("Trafalgar") o la guerra ("Independencia"). Las historias que nos transmite importan menos que el ámbito que las acoge. Y la verdad es que tal modo de novelar me gusta, pero entiendo que no es propiamente literatura sino ensayo novelado.

Tal vez sea este "El Amor y la Muerte" el caso más evidente que ilustra esta opinión. Se nos presenta como una "novela" sobre la vida de Pedro Abelardo, "El Palatino", el más famoso de los filósofos de la Escuela de París en el siglo XII, pero no deja de ser una biografía contada por un supuesto discípulo suyo (ahí es evidente la inspiración de la soberbia "El nombre de la rosa", de Umberto Eco, que prometo que será una entrada especial de este blog porque lo merece por sí misma) en la cual sólo hay un protagonista, elevado a los altares del intelecto de tal modo que llega a producir vergüenza ajena. Abelardo sólo puede ser definido con una palabra: PERFECTO. Guapo, atractivo, bien plantado, educadísimo, fogoso, apasionado, inteligentísimo, maestro de filósofos y teólogos, lo tiene todo. Su periplo vital está tan lleno de miserias, envidias y zancadillas por parte de sus muchos y envidiosos enemigos que parece la semblanza de un mártir de las letras. Hasta su amada Eloísa -de la que en principio debería tratar también la "novela"- está tan pobremente dibujada y se limita a seguir tan ciegamente los designios y deseos de su augusto marido que... queda como una auténtica "bragazas" (que vendría a ser el trasunto femenino del "calzonazos" masculino) plegándose al amor de su señor y quedando anulado su intelecto y su capacidad de decisión hasta tal punto que da un poco de grima leer su trayectoria vital. Pobre chica, oye.


A pesar de todo, la obra del señor Corral es atractiva para quien tiene interés en la época que recrea. Estamos ante un amenísimo profesor de Historia, por lo que conviene desempolvar algunos conocimientos de Filosofía Escolástica, de Teología y de Historia medieval (¿recordáis algo de la polémica sobre los Universales y la diatriba entre Razón y Fe en la Baja Edad Media? ¡Pues corriendo a por esos manuales de filosofía de vuestros años mozos, que os van a hacer falta para entender los entresijos de la vida del señor Abelardo!) para abarcar la novela (?) en todas sus facetas, pero a mí eso es algo que me cuesta poco esfuerzo y que incluso agradezco. Por eso advierto: estad seguros, mis cachorros, de que la lectura de "El Amor y la Muerte" puede resultaros un perfecto pestiño si no estáis acostumbrados a la manera de novelar del amigo Corral. Francamente, os recomiendo comenzar con "El Salón Dorado" para disfrutar de la Edad Media contada por el profesor darocense...

Me lo agradeceréis.

3 comentarios:

  1. Se te dan bien las reseñas de novelas, bribón. ¿Vas a dedicar el blog a ellas?
    Yo sigo con la novela a cuestas. He estado en Teruel esta Semana Santa y no la he tocado, así que la retomo por su segunda parte.
    Como ya te dije, yo creí ver una evolución en la forma de escribir de Corral, de forma que su faceta "literaria" había ido afirmándose, y los personajes de sus novelas iban ganando fuste, del mismo modo que la trama novelística se trabajaba más. Tal vez fue sólo una impresión.
    Lo de El amor y la muerte me lo tomo con suspicacia. No sé hasta qué punto su editorial ha pretendido vender como novela histórica un ensayo novelado. Y es que lo que dices en tu reseña es rigurosamente cierto, y verdaderamente no tiene nada de malo este estilo, o esta forma de enseñar (o simplemente de contar cosas que te inquietan o te parece interesante difundir), pero usar la etiqueta de "Novela Histórica" para ello puede parecer algo ladino, dicho sea con todos los respetos hacia el eximio Corral.
    De hecho, la novela en sí dice de él en la cotraportada, tras la sinopsis, que está "considerado el maestro de la novela histórica española"; y en la solapa de portada nos cuenta que Corral "es el autor español más notable en novela histórica". Vale, vale... La novela es un producto que debe vederse, y el mercado de lectores de novela histórica sigue siendo el más amplio según los estudios de gustos literarios.
    Es curioso que los sectores académicos hayan estado entre los que con mayor afán han renegado de la Novela Histórica... En las Jornadas de Novela Histórica que se celebraron hace un mes en Valencia, gran parte de cada ponencia estaba dedicada a tratar esa discriminación como agua pasada, insistiendo en que la Universidad ya miraba hacia la Novela Histórica como algo "serio". Como decía, es curioso que el academicismo se haya ensañado con la narrativa histórica en el pasado y ahora se use la excusa de la narrativa histórica para dar pompa a un ensayo novelado. Bien por la difusión del saber, evidentemente, pero curioso cuando menos. Como para plantearse de nuevo qué es esto de la novela histórica.

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  2. Bueno, hombre, las dos últimas entradas han ido de reseña bibliográfica porque llevo unos meses bastante lector y tenía el blog algo parado. Quiero escribir una entrada también sobre "El nombre de la rosa", como ya digo, porque es una novela fantástica que está, además, potenciada con una película que me parece no menos fabulosa: Jean-Jacques Annaud es una garantía de éxito, y si a su dirección tras la cámara le sumamos la presencia del inconmensurable Sean Connery ante ella, la cosa ya se sale de madre.

    Por lo demás, pues sí, chico, Corral es un escritor que me gusta porque soy historiador, pero como novelista pues... eso, lo que acabo de explicar. Lo conocí en persona en una feria del libro en Zaragoza y me chocó mucho el "moreno Zapalna" que luce, parece moro el tío...

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  3. Perdón, quería decir "moreno Zaplana". Ya te digo: rayos UVA por un tubo o veranitos en las Seychelles, lo menos...

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