jueves, 11 de junio de 2009

FIDELIS REGI (IV): Talibanes...

Abordamos en esta entrada un tema delicado, a fe mía, del que algo sospechaba pero que conocí a fondo a raíz de mi entrada en Fidelis Regi... Algunos de sus miembros me lo advirtieron desde el principio: en esta afición nuestra el grado de aproximación al modo de vida de hace siete u ocho siglos suscita una discusión, a veces acalorada y aún borrascosa, que es el pan nuestro de cada día. La Edad Media está de moda. El porqué no es ahora el momento de analizarlo, pero es así. Y la respuesta a esa llamada de lo medieval puede ser muy variopinta.


Según señalan los miembros del Clan del Cuervo, uno de los grupos más emblemáticos de la recreación medieval española,

"la recreación histórica es una actividad mediante la cual se intenta reconstruir la indumentaria, armamento y, en general, todos los aspectos de la cultura material de un período histórico concreto, siendo fieles a las fuentes de información disponibles, tanto arqueológicas como a los textos y representaciones artísticas coetáneas."

En mi sincera y humildísima opinion, hay en esta magnífica definición dos palabras que constituyen el punto fundamental de la actividad recreacionista: "cultura material". Me explico: recrear la Edad Media es imposible. RECREAR significa "volver a crear", y esta perogrullada tiene más miga de lo que parece, porque implicaría reconstruir un mundo en el que la Sociedad y las ideas sobre Dios, la Vida y la Muerte son radicalmente distintas a las nuestras. El idioma en el que expresarse, una amalgama de lenguas en la cual es difícil abrirse camino (latín vulgar, navarro-aragonés, aranés, occitano, castellano altomedieval...) e imposible de reproducir a no ser que seas experto en Filología Medieval española. El Derecho, un conjunto variopinto de leyes, fueros, normas y protocolos que, entre otras muchas cosas, justifican, defienden y aplican la pena de muerte y otros castigos si cabe más horrendos. La Sanidad, una materia en la que la confianza en la Divinidad está por encima de la Ciencia y la Medicina.... Y así con otros muchos aspectos imposibles de recrear en nuestros días, tamizados indeleblemente por siete siglos de revoluciones violentas y continuas, cambios radicales y transformaciones globales irrenunciables.


Por tanto, lo único que a los recreacionistas nos es posible devolver al presente es esa cultura material de la que nos habla el Clan del Cuervo: vestimenta, armas, herramientas, ornamentos, mobiliario, menaje de cocina, calzado, medios de transporte, alojamientos... Para ello contamos con fuentes de diferentes tipos: escritas (textos que mencionan aspectos de la vida en el medievo o describen algunos de esos elementos de cultura material), arqueológicas (es decir: los mismos elementos rescatados de la tierra para estudiar sus restos, compararlos con otros y recomponerlos) y, por último, artísticas (obras de arte que pueden ir desde un códice miniado a una pintura mural pasando por motivos decorativos en múltiples soportes). Es decir: contamos con referencias suficientemente numerosas como para recrear la cultura material del medievo con cierto rigor histórico. Y digo "cierto" porque en Historia no existen las verdades absolutas y las fuentes siempre son interpretables, lo cual ha sido también motivo de duras discusiones y enfrentamientos...



Ahora bien: partiendo de este hecho insoslayable, se plantea entonces el nivel de rigor histórico que el recreacionista se propone alcanzar, y eso depende en alto grado del modo en que se enfoque la recreación. Para algunos, dicha recreación de la cultura material no pasa más allá de lo anecdótico, del simple compañerismo, del "disfraz", de la "evocación medieval" buscando únicamente compartir unos buenos momentos de camaradería, bebida, diversión y fiesta. Es lo que yo llamo la "fase Medieval Factory", y quienes me lean me entenderán perfectamente.


Otros, sin embargo, llevan más allá sus ambiciones y, sin renunciar en absoluto a esa convivencia, buscan un mayor acercamiento, una aproximación cada vez más precisa a la recreación de la cultura material del medievo. Es un recreacionismo algo más científico, más centrado en las fuentes históricas, menos conformista. Se empieza ya a discutir sobre la interpretación de las fuentes, a investigar, a buscar información cada vez con mayor profundidad. Acuden a un mercado de material más riguroso, escogen determinadas reproducciones y rechazan otras por su imprecisión o su falta de rigor. Comienzan a especializarse en un tipo concreto de personaje, de época, de cultura material, investigan a fondo sobre ella y tratan de ser coherentes con sus descubrimientos. Sus resultados son tal vez menos llamativos, pero también más rigurosos. Prestan más atención a unos aspectos y, sobre todo, comienzan ya a plantearse, aunque no siempre lo consigan, cómo materializar un objeto a partir de su imagen en una fuente histórica, y no a justificar el objeto adquirido tratando de encontrar referencias al mismo en dichas fuentes. Es lo que podríamos llamar "Soft Recreation", y en mi modesta opinión, en ella se encuentran una gran mayoría de los grupos españoles actuales.



Por último, en la evolución del recreacionista nos encontramos con lo que maliciosamente algunos llaman los talibanes, los integristas, la "Hard Recreation". Grupos de aficionados que, habiendo pasado por las anteriores fases (e incluso sin necesidad de haberlo hecho, por haberse planteado sus objetivos claramente desde un principio), elaboran sus propios utensilios, vestimentas o armas, cogen las herramientas con sus propias manos (incluso las crean a golpe de martillo sobre el yunque, si les resulta imposible hallarlas en el mercado actual) y trabajan con ellas para re-crear la cultura material a partir de las fuentes. Huyen de los eventos donde lo único que prima es la espectacularidad de una Edad Media hollywoodiense y se centran en actividades propias que buscan satisfacer su propia idea de lo que supone recrear un entorno medieval muy bien delimitado, perfectamente definido. Y su interés radica precisamente en el rigor de su trabajo, la profundidad de sus investigaciones y la precisión de sus resultados. En nuestro pais no son muchos los grupos que han alcanzado este nivel (que requiere de un trabajo infatigable, constante y altamente especializado), pero en el norte de Europa -especialmente- hace décadas que existen este tipo de recreadores (Hastings, Eu...)
Cuidado: las tres posturas son plenamente válidas. Algunos grupos deciden no pasar más allá de la fase "Medieval Factory", otros tratan de combinar una idea intermedia entre la recreación soft y la hard, sin llegar a elaborar sus propios objetos o haciéndolo puntualmente, cayendo en errores de interpretación o en las garras de la pereza. Y todos ellos son igualmente respetables, siempre y cuando sepan -eso sí- reconocer en qué punto se encuentran. Las comparaciones siempre han sido odiosas, de ahí que lo mejor sería no comparar. Pero es inevitable hacerlo en un mundillo tan "familiar" como es el nuestro (no sé si llegaremos a 500 los recreacionistas "soft" y "hard" en toda España). Y es entonces cuando surge la polémica...

Bien. Lo dejaremos aquí. Y lo dejaremos con una pregunta... ¿Y Fidelis Regi? ¿Dónde se encuentra y cuáles son sus ambiciones?

Voy a ser tan cabrón como para guardarme mi opinión personal hasta el final.

Hala, David, ya la he liao parda, como me pedías...

3 comentarios:

  1. Heródoto, intento mensajearte desde el correo pero me lo está devolviendo. Bueno, por pronto acabar: recibí tu correo y genial, como siempre.

    En cuanto a las clasificaciones, supongo que lo más fácil sería definir a Fidelis por eliminación, es decir, descartando lo que seguro que no es el grupo..., pero en verdad no creo en esas clasificaciones rígidas. Más que tres niveles fijos, pienso que hay multitud de posibilidades entre lo más factory y los más talibán, por llamarlo de alguna manera, y como has apuntado, es inevitable la evolución.
    Yo, puestos a clasificar, no me fijaría en el nivel de un recreacionista (que forzosamente debe cambiar a mejor si siente la recreación), sino en la forma de enfocar su afición: Iré contra mí mismo haciendo una clasificación sencilla: mercadomedievaleros y recreacionistas. Eso es lo que hay. Y la tendencia natural, creo, es que el mercadomedievalero se pida a sí mismo y a sus adláteres un nivel recreacionista bajo (llámalo "evocación" o cualquier otra chorrada)porque la recreación en sí misma no es un objetivo esencial, sino que está supeditado a otros intereses; mientras que el recreacionista "huirá" de cuanto coarte su proyección sacrificando, si es necesario, cualquier otro logro.
    Todo matizable, por supuesto, y hablando como siempre desde el punto de vista del mero espectador.

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  2. Hombre, en realidad ten en cuenta que muy pocas taxonomías son realmente inamovibles y que cada agrupación participa en una mayor o menor medida de las demás, lo que quiere decir que existen grupos que en unas ocasiones son más rígidos en su indumentaria y en otras más relajados, bien porque las circunstancias lo facilitan, bien porque las buenas costumbres se relajan...

    Lo que sí es cierto es que en el camino del rigor histórico raras veces se produce un movimiento retrógrado. Es decir: la mayoría de los grupos que consiguen evolucionar hacia un mayor grado de fidelidad histórica en la cultura material, después renuncian a volver a una recreación menos rigurosa, lo cual en ocasiones provoca también la renuncia a participar en determinados eventos...

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  3. Bien, y para que no se diga que nado y guardo la ropa, voy a "mojarme" yo también respecto a Fidelis Regi como grupo recreacionista.

    Dos años y pico militando en sus filas y un año y pico después de haber sido nombrado oficialmente caballero de la veste del Dragón creo que conozco lo suficiente a mi grupo como para considerarlo una asociación "Soft" que avanza lenta pero firmemente hacia un tipo de recreación más "Hard", si bien sin renunciar a una serie de eventos en los que sigue primando la espectacularidad.

    ¿Por qué? pues por una razón que hasta ahora no había mencionado en esta serie de entradas: el afán divulgativo. Que me perdonen, si quieren o pueden, los "talibanes", pero encuentro esa postura individualista suya de participar o plantear únicamente "eventos personales" de un egoísmo atroz.

    En mi modesta opinión, mediatizada por mi insoslayable condición de profesor vocacional, una recreación que no se transmite al público, que no se divulga, que no da ejemplo fuera del reducido y exclusivo marco de la "élite" es un poco inútil. De nada sirve divulgarla en unos foros donde no entran ni participan más que los iniciados o los interesados en este mundillo. De nada sirven los buenos consejos y la resolución de dudas sobre la idoneidad de un calzado o la forma de forjar una espada o un cuchillo si luego mantenemos esa interesantísima información en el estrecho margen de menos de un millar de personas en toda España. No se trata de rechazar acudir a un evento "mercadomedievalero", como dice Lacedemonia, sólo porque "no está a nuestro nivel" o porque "no queremos participar en eventos donde nadie nos tiene nada que enseñar".

    En mi opinión, se trata precisamente de todo lo contrario: de dar nivel, de borrar del imaginario colectivo esa Edad Media de "batallas, brujas, Inquisición y hogueras" que todavía muchos grupos a medio camino entre el "Medieval Factory" y la "Soft Recreation" se empeñan en vender con palmadas en el lomo y una sonrisa hipócrita como "un éxito de participación".

    Por eso allá donde va Fidelis Regi no van solo los Caballeros de las Doce Casas, sino que al dejar las armas de lado se dedican a algo más que a beber cerveza y practicar la camaradería con el codo apoyado en la barra de Eldelbar...

    Talleres de caligrafía, de cota de malla, de esgrima para niños, de tiro con arco, de música y canto. Preparación y degustación de una comida o una bebida con ingredientes de la época (hasta el punto que la realidad lo permite. Representación del acto de vestir o investir a un caballero del siglo XIII con sus armas. Pequeñas representaciones teatrales (escritas por nosotros mismos) basadas en hechos reales, en leyendas, en documentos, en historias recogidas por los cronistas...

    Francamente, yo pienso que todo esto (y muchísimo más que se puede desarrollar) enriquece más que perjudica a la recreación medieval, sobre todo cuando se hace desde el mayor rigor que nuestras posibilidades nos permite y que las fuentes históricas nos ofrecen. Y sinceramente pienso que mientras unos "piquen" demasiado alto mirándose el ombligo con autosuficiencia y otros se limiten a pegar cuatro gritos, lanzar una docena de flechas y beber cerveza en cuerno (o en vaso de plástico, que les da exactamente igual porque lo único que importa es la borrachera subsiguiente), el público que acude a esos "mercados medievales" seguirá creyendo en una Edad Media con Orlando Bloom llevando pantalones de motorista y un coro medieval cantando "We will rock you" mientras los caballeros rompen lanzas en el palenque como los Bulls de Chicago hacen triples en un partido de la NBA...

    Tal vez otros recreacionistas no lo vean así, pero repito que soy profesor y pienso que todo conocimiento que no se transmite a la mayor cantidad de gente posible es un conocimiento desperdiciado.

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