domingo, 22 de mayo de 2011

¡Democracia Real Ya!

Ufff...

Bueno, pues de nuevo nos encontramos ante un hecho que requiere una toma de postura, una respuesta, una opinión...

A decir verdad, me sorprendió este movimiento cuando surgió hace apenas quince días, y no sé por qué. Después de las movidas en el mundo islámico (Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Siria...) no podía pasar mucho tiempo antes de que millones de parados y de jóvenes "no-future" españoles se lanzasen a la calle indignados por una situación que resulta intolerable en cualquier estado de derecho, pero como en España somos como somos imaginaba que el apollardamiento reinante, la pachorra y el conformismo nos mantendrían pegados a la caja tonta, a la Playstation, al Facebook o al MSN mirándonos el ombligo. Pero, mira tú, precisamente han sido las redes sociales las que han jugado el papel más determinante para el estallido de la indignación...

Yo, la verdad, no sé qué pensar. No creo en los políticos ni en sus promesas, no creo en un sistema electoral que permite a sospechosos imputados en casos de corrupción o a simpatizantes abertzales del terrorismo etarra participar en el proceso democrático de mi país como si nada tuviera que ver su imputación con la posibilidad de gobernar ayuntamientos o comunidades autónomas, no confío en que mi voto (sea del tipo que sea) vaya a cambiar una situación que está podrida desde sus cimientos y que precisa de una renovación completa y radical... Serían necesarias medidas como la apertura de las listas electorales para poder votar a personas, y no a partidos políticos, la auditoría feroz a todos los jerifaltes con responsabilidad de gobierno al acabar su legislatura para averiguar si se ha producido un enriquecimiento anormal de sus bienes o posesiones (con acceso, naturalmente, a sus cuentas privadas en el extranjero y a las de sus familiares, amigos o empresas vinculadas a esos individuos), la prisión sin fianza y con cumplimiento absoluto de condena a todos los chorizos y mangantes condenados por corrupción demostrada, la independencia real de los tres poderes para evitar chanchullos y manejos internos en beneficio de la clase gobernante (que de eso sabía mucho un señor llamado Montesquieu), las reducciones drásticas de salarios, dietas, pensiones vitalicias y demás chollos a los políticos y, en fin, unas cuantas medidas más que garantizasen una verdadera Democracia Real Ya...

Sin embargo, aunque es realmente hermoso ver despertar a la gente de una vez y darse cuenta de que esto no se arregla votando, porque votando fue como empezó y votando es como ha continuado legislatura tras legislatura, no las tengo todas conmigo. Y es que siempre hay hijos de la grandísima puta que utilizan la fuerza de la masa indignada -que, al fin y al cabo, es moldeable como la arcilla- para arrimar el ascua a su sardina, sea ésta el "antisistemismo perroflauta violento", el "facherío intereconomista anticomunista" o cualquiera de los numerosísimos partidos, partiditos y partidetes que pululan en papeletas sobre las mesas en los colegios electorales (y que a veces son de verdadera risión). Como decía un usuario de Facebook: ¿Os imagináis un país regido por perroflautas antisistema?... O, por el contrario... ¿No fueron unos tales Adolfo Hitler y Benito Mussolini quienes se auparon sobre la mierda del malestar y la desesperación para encaramarse al poder a través de las urnas utilizando la más vil demagogia...?

Ya dije en una ocasión, hablando de la supuesta "huelga general" del año pasado, que todas las revoluciones han sido hechas y que siempre acaban en manos de los de siempre... ¿Vamos a creernos que unos políticos acostumbrados a vivir como pachás van a renunciar a sus privilegios por mucha voz de la calle que escuchen (si es que llegan a escucharla, que lo dudo)? En absoluto. Todo ser humano, por su propia naturaleza, es corrompido por el poder y nadie se salva de ello. Hasta el más honesto se ve sometido a tales presiones procedentes de la propia dinámica del chanchullo político que termina por corromperse o, en el mejor y más ético de los casos, dimitir (creo que en esta España de pandereta ha sido Adolfo Suárez el único que tuvo agallas para hacerlo, lo cual le honra). Así pues, ¿qué nos queda? ¿hacer una nueva -la última- revolución para que sus dirigentes acaben como los propios corruptos a los que han conseguido destituir?

La cosa tiene mala solución. Y, como ya he dicho también en otro lugar de este mismo blog, a mis 45 años ya estoy yo muy mayor para coger el Kalashnikof y liarme a hostias con el primero que me pida el voto para el PP, el PSOE o su puta madre... Así que dejadme que haga yo mi propia revolución. En las aulas. Con mis medios.
In my way...

1 comentario:

  1. Pues sinceramente yo creo que las palabras "democracia", "libertad", e "igualdad" van en un saco distinto a las palabras "politica" y "capitalismo". Me explico, aqui solo somos papeletas, trozos de papel que hacen que el dinero de este pais entre en un bolsillo o en otro pero que no se reparta, y los menores de 18 que no podemos votar ni eso, y esta bien que alguien exprese su opinion y se explique como dios manda

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