sábado, 1 de mayo de 2010

1 de Mayo. Día del... ¿Trabajo?





Poca gente recordará los hechos que desembocaron en la celebración del día 1 de mayo como Fiesta del Trabajo. Ocurrió en 1886, en Chicago, a raíz de una huelga general por la petición de la jornada de 8 horas, que desembocó en los incidentes de Haymarket, durante los cuales un desconocido lanzó una bomba a la policía y cinco detenidos anarquistas fueron posteriormente condenados a muerte...


Esta mañana no tenía yo ganas de ir a ninguna manifestación, pero he salido al centro y me la he encontrado de bruces en la plaza de San Miguel. Las mismas pancartas de todos los años, las mismas reivindicaciones (derecho a un trabajo digno, contratos fijos, subida de los sueldos, reducción de impuestos, garantías de subsidio de desempleo...) sobre todo ahora, en un país con una tasa de paro superior al 20% y la economía descendiendo cada semana por debajo de todas las previsiones...


He ido ya a muchas manifestaciones en mi vida y sé que sirven para bastante poco. Sean del tipo que sean. Millones de manos blancas no pudieron impedir el asesinato vil y anunciado de Miguel Ángel Blanco. Millones de gritos de "¡No a la Guerra!" tampoco sirvieron para detener la intervención de España en Irak ni la canallada del 11M en la estación de Atocha, y encima fueron politizados nauseabundamente para llevar el agua a determinados molinos. Profesores de toda España en la calle tampoco impedimos una reforma educativa que nos ha llevado a ser uno de los países más incultos de Europa (véase el informe PISA o paséense, simplemente, por las aulas de cualquier instituto español...). Desde todos esos días, dejé de participar en huelgas y en manifestaciones a las que los gobiernos de turno (PP o PSOE) han hecho oídos sordos en todas las legislaturas...


Así que me he topado con los manifestantes (no sé lo que dirán las cadenas televisivas o los periódicos, pero lo que yo he visto han sido cuatro gatos) y no he podido dejar de sonreír para mis adentros (no era cuestión de ir de provocador) pensando que las manifestaciones del 1 de mayo se han convertido ya en algo que hay que hacer porque sí, porque es el Día del Trabajo y "toca" manifestarse, a pesar de que ahora hay más motivos que nunca para hacerlo. Tenían todos un aspecto muy colorista, con unas hermosas pancartas, banderines y estandartes rojos que se asemejaban mucho a los de "El último samurái", y al pensar esto ya directamente me he metido por la calle San Miguel porque me ha entrado la risa floja y temía que alguno me preguntase de qué coño me estaba riendo... No habría sabido qué contestarle.


Pero ya he dicho que no pienso participar en ninguna más. Estoy ya más que harto de que el único derecho del trabajador en esta democracia de habas sea el derecho a la pataleta. Esto no lo arreglamos entre todos, y mucho menos manifestándonos. Esto o se arregla desde arriba, desde quienes tienen medios para arreglarlo (que son los mismos que lo estropearon con la especulación salvaje y la imprevisión de los resultados que tal especulación podían traer)... o no te queda otra que mandarlo todo a la mierda y tirarte al monte y que salga el sol por Antequera. Y yo ya estoy muy mayor y muy aburguesado para colgarme el Kalashnikov del hombro (aunque tengo uno, de pegolete) y lanzarme al Pirineo o al Moncayo a vivir como Luis Candelas.


Lamento tener que decirlo, pero ya he llegado a ese punto en el que todo me da igual y me aferro a mi propio bienestar. "Virgencica del Pilar, que me quede como estoy". Desde esa posición de relativa seguridad laboral que te da el funcionariado público (a pesar de las interinidades, de las subidas de impuestos, la hipoteca y el IRPF) siento en el alma contemplar la situación de quienes están peor que yo (mucho peor) y me gustaría poder hacer algo por ellos, realmente, pero no creo que manifestarme sea la solución. No sé cuál puede ser. Yo me limito a ejercer mi trabajo lo mejor que sé hacerlo y a tratar de ser buena gente, de que mis alumnos aprendan Geografía e Historia a pesar del Sistema Educativo que soportan. Llamadme egoísta insolidario, ya estoy acostumbrado. Pero sé que todas las malditas revoluciones han sido ya hechas, y todas ellas han acabado en manos de los de siempre: especuladores, chantajistas, políticos corruptos, manipuladores, demagogos, sinvergüenzas... Así que ya solo quedamos los peones, los pringaos, luchando por nuestra casilla en el tablero. Y ya he dicho que yo soy de los que, de momento, tienen suerte. Si me sacan del juego, porque también a mí me puede tocar el premio en esta mierda de lotería, pues ya veremos entonces las medidas que tomo. Pero soy muy consciente de que las tendré que tomar yo, porque lo que es de la pandilla de inútiles que me gobiernan bien poco puedo esperar...

Cuando volvía a casa me he topado con otra manifestación. Esta vez eran de la CNT. Radicales, de los llamados "antisistema". Había más policías que manifestantes (el mítin era en la plaza Reina Sofía, al lado de un local de neonazis y, supongo, temían incidentes). Muy jóvenes, casi todos ellos. Y cuando les he escuchado cantar "A las barricadas", un escalofrío me ha recorrido la espalda. Todavía no sé si de Esperanza por ellos... o de miedo por mí mismo.

8 comentarios:

  1. MAgnífica reflexión. Estoy contigo que esto entre todo no lo arreglamos, que lo arregle el que lo ha roto que no hace mas que mirar para otro lado.
    Y lo de manifestarme yo hace tiempo que llegué a esta conclusión y más cuando dependiendo del color o el motivo de la manifestación le da más fuerza a una de 35.000 personas que a otra de 2.000.000.
    En fin, aguantar no nos queda otra.
    Pero este año si hubieran tenido algo de vergüenza torera, no se hubieran salido a la calle los sindicatos. Hace meses que se les esperaba.

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  2. Coincido con Jesús, magnífica exposición, que en casi su totalidad comparto (aunque desde un extremo radicalmente opuesto al suyo, me temo; pero por supuesto, vaya un abrazo desde aquí, Jesús)

    Pero no estoy de acuerdo con lo de que todas las revoluciones ya han sido hechas. Con una perspectiva amplia ¿cuántas veces se ha pregonado 'el fin de la historia', 'el reich de los mil años', 'el inmortal imperio'...?

    Apenas estamos empezando a salir de ese periodo de equilibrio (de terror y marketing, pero equilibrio al fin y al cabo) que fue la segunda mitad del SXX para el hemisferio norte. Dale veinte, cincuenta, cien años; y seguro que los futuros profesores de historia empezarán alguna lección diciendo "tras estas últimas y turbulentas décadas..."

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  3. Pues yo a ambos sólo puedo responderos con una frase. Mientras siga habiendo en el mundo gente estupenda (como muchos de los que conozco) siempre quedará un resquicio para la esperanza...

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  4. Un abrazo Axil y otro a tí Enrique.
    Como bien se dice: lo cortés no quita lo valiente.

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  5. Por cierto... Manda cojones.

    Un 25% de población activa en paro, cierres de empresas constantes, salarios y pensiones reduciéndose cada vez más, aumento de impuestos, negación de la realidad, falta de iniciativa para luchar contra la crisis galopante, protestas de todo el mundo... Y ha hecho falta una llamada de Barack Obama para que el señor Zapatero se haya puesto las pilas de una puta vez (tarde, por supuesto) y encima para hacer recaer las consecuencias de la catástrofe económica en los de siempre: funcionarios (5% de reducción y congelación de salarios en el 2011), pensionistas (reducción de las pensiones), recortes sociales ("cheque bebé"), sanidad (aumento del precio de los medicamentos), ayudas a los países extranjeros (-600 millones de €), Comunidades Autónomas (-6000 millones de €)...

    Y todo eso AHORA. Después de tres años de recesión constante y de no querer afrontar la realidad...

    Decidido: voy a limpiar el Máuser y a ver si puedo reutilizarlo abriéndole en agujero del percutor... ¿Alguien sabe dónde podría encontrar balas de 7'62 mm. a buen precio y clandestinas?

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  6. Al menos una cosa sí salimos ganando: que desaparezca el estúpido Ministerio para la Igualdad de Bibiana Aído -cuna de las mayores sandeces políticamente correctas que se han visto jamás- y el de Vivienda -con las famosas cajas de ceri... digoooooo, pisos de 30 metros cuadrados de doña Beatriz Corredor, que seguro que vive en uno de ellos-)

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  7. Sin duda, es de mala educación comentar en entradas atrasadas de un blog; pero, por su relevancia, vaya un artículo para la reflexión y la polémica (y otro para el buen rollo)

    http://www.vnavarro.org/?p=4268

    http://curistoria.blogspot.com/2010/05/churchill-y-la-cocina-espanola.html

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  8. El primer artículo me ha traído a la memoria una anñecdota muy interesante que leí acerca de Josepf P. Kennedy, el padre del famoso presidente JFK, que era un gran empresario y llegó a ejercer el cargo de embajador de EE.UU. en Gran Bretaña.

    Cuenta este caballero que un día de otoño del año 1929 fue a la peluquería a cortarse el pelo y su peluquero le recomendó que comprase acciones de una determinada empresa porque se estaban poniendo por las nubes. Joseph Kennedy le agradeció el consejo e, inmediatamente, se puso en contacto con su corredor de bolsa para... ¡ordenarle con urgencia que vendiese TODAS sus acciones a la mayor brevedad posible!

    Pocos días más tarde estallaba el célebre "crack" de la Bolsa de Nueva York, que sumió a todo el mundo occidental en una de las más desastrosas crisis económicas de la Historia.

    ¿Qué llevó al empresario a tomar esa determinación? Pues una evidente y sencilla regla de la Economía:

    "Cuando el público no especializado habla y aconseja sobre asuntos bursátiles es indicio de una sobrecarga del mercado de valores que anuncia un inminente hundimiento del mismo"

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