He aquí una lectura interesante y suavecita para el verano...
Hace ya unas cuántas décadas el catedrático y conferenciante Carlos Fisas publicó en cinco series (volúmenes) su colección de Historias de la Historia, un conjunto amenísimo de anecdotarios, curiosidades, epigramas, noticias y chascarrillos interesantes sobre las entretelas de la Historia, esos lugares donde no descienden a escudriñar los historiadores y que muchas veces son mil veces más apasionantes que la narración y el análisis de los grandes hechos del pasado. Recientemente ha vuelto a publicarse una edición refrita de los cinco libros con el mismo título, que recomiendo vivamente a mis lectores.
En la misma línea, y muuucho tiempo antes, el gran periodista italiano Indro Montanelli (fallecido recientemente) sacó a la luz también tres obritas maravillosas en las que desvelaba con un lenguaje lleno de cachondeo pero a la vez terriblemente riguroso y serio la Historia de los Griegos, la Historia de Roma y la Historia de la Edad Media (esta última en colaboración con su discípulo R. Gervaso), tres estudios de una lectura tan sencilla como reveladora e interesante sobre los entresijos de la sociedad y la política de las grandes civilizaciones clásicas y de los comienzos de la Alta Edad Media italiana. He leído los tres y los recomiendo también con mayor fruición si cabe que los anteriormente señalados.
La última en sumarse a esta dinámica es la periodista Nieves Concostrina, que ha publicado varias obras entre las que destacan sus Menudas historias de la Historia y su segunda edición: "Se armó la de San Quintín" y otras menudas historias de la Historia. Son libros que se encuentran en la línea de los anteriores, si bien en este caso el lenguaje que utiliza me gusta un poco menos porque a fuerza de mostrarse cercano y asequible llega a caer en lo excesivamente vulgar, lo que no le resta -en cualquier caso- un ápice de interés a ninguno de los dos libros. Más de trescientas pequeñas historias, en esta segunda edición, nos ilustran sobre el partido de fútbol que irritó a Hitler (tanto que prohibió a la selección nacional alemana volver a jugar en el extranjero), sobre la madre que parió a los Cien Mil Hijos de San Luis, sobre el supuesto voto de celibato de los sacerdotes o sobre qué transportaba realmente el transatlántico "Lusitania" cuando fue hundido por los alemanes en la Primera Guerra Mundial.
Como licenciado en Historia y como docente, siempre he sido un firme partidario de este tipo de lecturas porque son ellas, precisamente, las que despiertan el interés del público para luego acercarse a obras de mayor calibre y profundidad. En el aula, nada mejor que hablarles a los alumnos de cómo se inventó la "vacuna" para que comprendan lo que fue la Revolución Industrial también en el campo de la Medicina o de dónde surgen expresiones que continuamos utilizando hoy como "¡Vete a la porra!"... sin saber muy bien el porqué . Es muy cierto que nunca puede uno fiarse de la veracidad de estas anécdotas, pero sea como fuere, son un acicate para curiosear bajo las faldas de la Gran Historia y comprender un poco mejor lo que fuimos... y lo que somos los seres humanos.
Así que ya sabéis... No tenéis excusa para no leer un poco este verano, en la playa, en casa, en una terraza tomando un café con hielo o donde os plazca... ;)